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Una de las cosas que más nos gusta del café es su versatilidad. Casi siempre lo tomamos como bebida de sobremesa, para asentar la comida, o para despertarnos a tope en el desayuno. Pero además admite un montón de combinaciones a medio camino entre estas, y una de esas preparaciones es la que presentamos en esta receta: el café blanco y negro.
Los orígenes de la receta original del café blanco y negro se pierden en el tiempo, pero muchas de las referencias apuntan hacia algunos restaurantes de la costa alicantina española. La elaboración del café blanco y negro es muy fácil, y por ello admite algunas variaciones de las cuales daremos también cuenta más adelante. Al final se trata de una receta que cada cual adapta a su gusto, de modo que podemos decir que hay un café blanco y negro por cada comensal o para cada usuario que lo prepare.
☕ Café Blanco y Negro - Índice
¿Qué es el café blanco y negro?
Esencialmente es un granizado de café con helado. El color negro proviene, lógicamente, del café, y el blanco de la nata. El café blanco y negro se puede tomar como postre, o como café en la sobremesa después de terminar la comida.
Se trata de una elaboración muy popular en localidades de la costa mediterránea española, aunque por su sencillez ha traspasado las fronteras de la hostelería y cualquiera puede disfrutar de esta refrescante bebida de café en su casa.
Como es lógico, el café blanco y negro es una receta muy refrescante y típicamente veraniega.
Ingredientes del café blanco y negro
Una de las ventajas de hacer el café blanco y negro son sus ingredientes: pocos y habituales, se puede hacer en casa prácticamente al momento. Toma nota:
- 1 taza de café espresso solo.
- Agua.
- Azúcar.
- 1 bola de helado de nata.
- 1 corteza de limón.
Estas cantidades son las recomendadas para una persona, pero luego cada uno puede adaptarlas a su gusto. Por ejemplo, puedes usar un café más ligero, pero en mayor cantidad, o hacer un café con leche (en este caso debes añadirle la leche al espresso antes de añadirlo a nuestra receta, y no después).
Obviamente los helados ya llevan azúcar, de manera que puedes suprimir este ingrediente, o ajustarlo a tu gusto.
Por otra parte, el café debe ser idealmente espresso, como el que preparas cada mañana con tu cafetera express. Si no tienes ocasión de hacerlo de esta manera, puedes utilizar cualquier tipo de café que elabores en casa, como el de filtro o el de prensa francesa. Eso sí, sea cual sea el método de elaboración del café, recuerda que para el granizado lo ideal es que utilices café solo (sin leche ni añadidos).
Como puedes comprobar, se trata casi de una versión del tradicional café affogato o café con helado, si queremos verlo así.
También se puede emplear helado de coco o incluso de vainilla… esto ya va un poco al gusto, aunque con la vainilla no sería un «blanco» estricto, sino más bien beige o amarillento.
Café blanco y negro con helado de nata
En lugar del helado, para elaborar esta versión del café blanco y negro se utiliza nata montada o batida. Hay quien emplea incluso leche merengada u otros derivados similares, al tratarse de una transformación de la receta original se admiten todo tipo de variantes. En todo caso, la preparación de la receta del café blanco y negro no cambia. Se hace de manera idéntica.
Cómo se hace el café blanco y negro (paso a paso)
Tiempo necesario: 1 hora
A continuación vamos a ver cómo preparar un café blanco y negro con los ingredientes básicos y tradicionales.
- Haz un café
La preparación del café blanco y negro comienza por tener el café listo. Como ya hemos dicho, lo ideal es que sea un espresso, pero si no tienes una cafetera de este tipo en casa intenta al menos que te salga lo menos aguado posible.
- Hacemos almíbar
Para esto sirven el resto de ingredientes: el azúcar, el agua y las cortezas de limón (debería servir con una, pero… esto va al gusto). Lo mezclamos todo en un cazo y lo calentamos a un fuego moderado para que se disuelva el azúcar.
- Quitamos el limón y añadimos el café
Seguimos removiendo la mezcla para que quede homogénea.
- ¡Al congelador!
Es hora de hacer el granizado. Cuando tengas mezclado el café con el almíbar, mételo en el congelador y sácalo cada media hora para removerlo. Queremos conseguir una textura de granizado (si no lo remueves, te quedará una especie de cubito de hielo gigante, y no lo podrás servir en ningún vaso).
- Monta y sirve tu café blanco y negro
El café blanco y negro estará listo para servir cuando la textura sea la idónea, así que tendrás que verlo a ojo. Ya sabes que lo que buscamos es algo parecido a un granizado de café.
Cuando lo tengas listo, sírvelo en una copa o vaso altos, que deberán ser transparentes para que se vea con claridad el contraste entre los dos colores. Ponle la bola de helado de nata encima (o la nata montada, como prefieras). Sírvelo rápido, porque en pocos minutos el helado y el granizado se deshacen y se mezclan. No te puedes entretener mucho.
El tamaño del vaso va en función de la cantidad de café que te salga, pero normalmente debe ser un vaso largo y ancho, para poder disfrutar en condiciones de la bola de helado. ¡Y no olvides acompañarlo de una cucharilla para rebañar la mezcla cuando el helado se deshaga!