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Aunque preparar té es una de las cosas más fáciles del mundo, casi que sumergir la bolsita o echar las hojas y ya está, hay algunos errores que puedes estar cometiendo e impiden que disfrutes de esta bebida como se debe. Desde la temperatura del agua, fíjate que depende el tipo de té, hasta utilizar una tetera con un material que puede alterar el sabor de la infusión.
Por fortuna, en Comprar Mi Cafetera salimos al rescate. Y después de este post, no habrá quien te supere a la hora de preparar un delicioso té. ¡Más de uno te preguntará por tu secreto!
☕ Los 9 Errores Más Comunes Al Preparar Té - Índice
- 1 1. Preparar todos los tés de la misma manera
- 2 2. No calentar la taza
- 3 3. No conservar el té como es debido
- 4 4. Añadir azúcar, leche o limón
- 5 5. Usar una tetera o taza de un material capaz de alterar el sabor
- 6 6. Calentar el agua con el té adentro
- 7 7. Exprimir la bolsita de té
- 8 8. Limpia los utensilios correctamente y asegúrate de que estén en buen estado
- 9 9. No verificar si el té está vencido
1. Preparar todos los tés de la misma manera
A pesar de ser una práctica común, no es la más adecuada. Esto, porque utilizar la temperatura incorrecta o dejar infusionar por más tiempo del recomendado, puede causar una sobreextracción que termina en un té con un gusto amargo poco agradable.
Así las cosas, es en extremo importante conocer estos parámetros. Por ejemplo, para el té verde se aconseja una temperatura de entre 70 a 80 grados centígrados, y un tiempo de infusión de entre 1 a 2 minutos. En el caso del té negro, los valores aumentan, 95 a 100 grados centígrados y entre 2 a 3 minutos. Y así con otros tipos de té.
2. No calentar la taza
Este es otro de los errores comunes a la hora tanto de preparar café como té. Como hemos visto, la temperatura es fundamental y, al no precalentar la taza, se puede arruinar el excelente trabajo que realizaste al infusionar. Sucede que si te saltas este paso, corres el riesgo de que al servir, el té sufra una disminución en su temperatura que afecte su sabor y aroma.
Claro está que tampoco se te debe pasar la mano, ya que si la taza queda muy caliente, corres el riesgo de quemarte al beber. ¡Ten esto en cuenta! No querrás que esto empañe tu momento del té.
3. No conservar el té como es debido
Ni los granos de café, ni las hojas de té se pueden dejar al aire libre. Esta es una práctica que hace que pierdan sus propiedades. Dicho esto, la mejor forma es almacenarlas en un tarro de cristal o una lata hermética.
Del mismo modo, debes cuidar que estén en un lugar libre de humedad, al que no le dé el sol ni el calor de forma directa, como podrían ser los armarios sobre los fogones de la cocina. En resumen, un sitio fresco y seco.
4. Añadir azúcar, leche o limón
Los puristas son de la opinión de que agregar azúcar, leche o limón al té es un sacrilegio. ¿La razón? No permiten disfrutar sus matices. Y aseguran que, si la excusa es que el té ha quedado amargo, no se ha preparado bien. En ese sentido, si deseas apreciar el sabor y aroma de tus infusiones, procura evitar cualquier tipo de aditivos.
5. Usar una tetera o taza de un material capaz de alterar el sabor
Hay materiales que pueden desprender tanto aromas como partículas capaces de alterar tu bebida, como es el caso del barro y el hierro. Por ello, se recomienda usar cerámica, porcelana, vidrio e incluso acero inoxidable. Estos últimos también son mejores cuando se trata de conservar la temperatura.
6. Calentar el agua con el té adentro
Muchos creen que echar el té mientras esperas que caliente el agua hace que sus propiedades se desprenda mucho mejor. En realidad ocurre todo lo contrario, termina sobrecocido. Para obtener té de calidad, lo primero que debes hacer es calentar el agua (que no llegue a punto de ebullición), bajar del fuego, agregar el té y tapar. Luego esperas unos minutos y sirves.
7. Exprimir la bolsita de té
Además de correr el riesgo de que la bolsita de té se rompa, al presionar o exprimirla se podría liberar un compuesto llamado ácido tánino, que le confiere un sabor amargo y arruina una taza de té perfecta. Claro está que para arreglarlo, es posible añadir aditivos como azúcar, leche o limón, sin embargo, ya hemos visto que esto tampoco es recomendable.
8. Limpia los utensilios correctamente y asegúrate de que estén en buen estado
Un colador de té que no ha sido limpiado bien puede contaminar la próxima infusión que vayas a realizar. Esto, porque suelen quedar en la herramienta no solo los aromas, sino los aceites. Dicho esto, ¡no te saltes la limpieza y hazla a consciencia!
Ahora, viene el segundo punto: comprobar que tus herramientas y utensilios estén en buen estado. Una taza astillada, por ejemplo, puede hacer mucho daño. Sin importar el limpiador que uses, los residuos quedarán allí y perjuducarán tu bebida. Descártala y consíguele un remplazo. Después de todo, ¿a quién no le gusta estrenar una taza nueva?
9. No verificar si el té está vencido
¿Cómo saber si un té está vencido? Muy fácil. El primer indicio es el olor. Si lo hueles y no percibes ningún tipo de aroma, ya no sirve. Así mismo, si tiene moho o está húmedo, lo mejor es no preparar más tazas. El lado positivo de todo esto, es que puedes darle un segundo uso a las hojas: como fertilizante para tus plantas.
¿Has incurrido en alguno de estos errores al preparar té? ¡Cuéntanos en los comentarios! Así como las prácticas que te han resultado y sueles aplicar para conseguir una infusión aromática y deliciosa.
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