¿Puedo Hacer Café Con Leche Evaporada?

A la hora de hacer café con leche, las opciones son infinitas. En el mercado, es posible encontrar productos de origen animal; leche de vaca, cabra y oveja, opciones provenientes de vegetales; leche de soja, coco y avena, así como según su contenido graso; entera, descremada y semidescremada, entre otros. ¿Pero qué sucede cuando en casa solo cuentas con leche evaporada? ¿Puedes hacer café con ella?

La respuesta corta es que sí y es muy fácil de hacer. En general, la leche evaporada se ha sometido a un proceso de reducción de agua, lo que la hace más espesa y cremosa que la normal. Además, tiene una vida útil más larga y se puede almacenar en la despensa sin refrigeración. Aquí, todo lo que debes saber.

Cómo hacer café con leche evaporada paso a paso

Para hacer esta bebida, solo necesitas dos ingredientes: café y leche evaporada. Puedes usar el tipo de café que prefieras, ya sea instantáneo, de filtro o cápsula. Lo importante es que el café esté caliente y fuerte, para que contraste bien.

La proporción de café y leche evaporada depende de tu gusto personal, pero una medida aproximada es usar una parte de café y dos partes de leche evaporada. Por ejemplo, si usas una taza de café, puedes añadir dos tazas de leche evaporada. Si quieres un café más suave, puedes usar más leche evaporada, y si quieres un café más intenso, puedes usar menos.

Para preparar el café con leche evaporada, solo tienes que seguir estos pasos:

1. Calienta la leche evaporada en una cacerola a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, hasta que esté caliente pero sin llegar a hervir.
2. Vierte el café caliente en una jarra o en una taza grande.
3. Añade la leche evaporada al café, mezclando bien con una cuchara o un batidor.
4. Sirve el café con leche evaporada en tazas individuales y disfruta.

El café con leche evaporada es una bebida deliciosa y reconfortante, ideal para empezar el día o para tomar una pausa en la tarde. Tiene un sabor dulce y cremoso, sin necesidad de añadir azúcar ni crema. Además, es una forma de aprovechar la leche evaporada que tengas en casa y de variar tu forma de tomar café.

Diferencias entre la leche normal y la leche evaporada

¿Sabes cuáles son las diferencias entre la leche normal y la leche evaporada? Ambas son productos lácteos que se obtienen de la vaca, pero tienen propiedades distintas que pueden afectar su sabor, su valor nutricional y su uso en la cocina. Te explicamos las principales diferencias entre estos dos tipos de leche y cómo puedes aprovecharlos en tus recetas.

• La leche normal es la que se extrae de forma directa de la ubre de la vaca y se somete a un proceso de pasteurización para eliminar las bacterias y prolongar su vida útil. Esta se puede consumir tal cual o transformar en otros productos como el queso, el yogur o la nata. Así mismo, tiene un alto contenido de agua (alrededor del 87 %) y una cantidad moderada de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales.
• La leche evaporada es la que se obtiene al eliminar parte del agua de la leche normal mediante un proceso de calentamiento y evaporación. Se envasa al vacío para evitar su oxidación y se esteriliza a alta temperatura para eliminar los microorganismos. Ofrece un menor contenido de agua (alrededor del 60 %) y una mayor concentración de los demás componentes de la leche, lo que le da una textura más cremosa y un sabor más intenso.

Las diferencias entre la leche normal y la leche evaporada se pueden resumir en los siguientes aspectos:

• Contenido de agua. La leche normal tiene más agua que la leche evaporada, lo que hace que sea más ligera y menos calórica. La leche evaporada tiene menos agua que la leche normal, lo que hace que sea más densa y calórica.
• Sabor. La leche normal tiene un sabor suave y dulce, mientras que la leche evaporada tiene un sabor más fuerte y ligeramente caramelizado debido al proceso de evaporación.
• Valor nutricional. La leche normal y la leche evaporada tienen un aporte similar de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales por cada 100 gramos, pero al tener diferente contenido de agua, la cantidad por cada porción varía. Por ejemplo, una taza de leche normal (240 ml) aporta 122 calorías, mientras que una taza de leche evaporada (240 ml) aporta 338 calorías.
• Uso culinario. La leche normal se puede usar para beber, para preparar batidos, café con leche o cereales, o para elaborar postres como flanes, natillas o bizcochos. Por otro lado, la leche evaporada se suele utilizar para sustituir a la nata en salsas, sopas o cremas, o para preparar postres como el arroz con leche, el dulce de leche o el manjar blanco.

¡No temas experimentar con tu café!

Como ves, la leche normal y la leche evaporada son dos productos diferentes que puedes incorporar en tu alimentación según tus preferencias y necesidades. Ambos tienen beneficios para la salud, siempre que se consuman con moderación y dentro de una dieta equilibrada.

Si te ha gustado esta receta, compártela con tus amigos y déjanos tus comentarios. ¿Has probado el café con leche evaporada? ¿Qué te ha parecido? ¿Tienes alguna otra forma de preparar café con leche? ¡Cuéntanos!